Calentador a gas o termo eléctrico, ¿cuál se adapta mejor a tu hogar?
Una pregunta muy habitual sobre la calefacción en los hogares es qué resulta más eficiente y adecuado para combatir el periodo de frío, si el calentador de gas o el termo eléctrico, un dilema que muchas veces no sabemos cómo resolver. Te ayudamos con algunos consejos para que puedas escoger el que más ahorro aporte a tu hogar. Debes saber que no existe una opción mejor que otra, sino más idónea a tus intereses concretos ya que ambos sistemas tienen sus propias ventajas e inconvenientes.
En primer lugar, el termo eléctrico, es un gran tanque de agua que suele alcanzar entre los 50 y 100 litros de capacidad, y que calienta el agua de forma progresiva mediante resistencia eléctrica. Cuando alcanzamos la temperatura idónea podremos ver cómo la resistencia se apaga y el propio tanque permite que no se enfríe el agua de forma rápida, guardando el calor. En el momento en que el agua caliente se utiliza, baja su temperatura y comienza a entrar al tanque agua fría, este retoma su actividad y vuelve a ponerse en funcionamiento. El termo eléctrico te resultará muy útil ya que no necesitarás instalar gas en tu vivienda, así como tendrás agua caliente sólo con abrir el grifo y una temperatura siempre constante.
Por otro lado, cuenta con el inconveniente de que tiene poca velocidad a la hora de calentar el agua. De manera que si somos muchos en la familia no podremos hacer uso intensivo de esta porque el agua caliente se agota y requiere un tiempo para volver a calentarse. Además, este ocupa un tamaño considerable y necesitamos un espacio extra para guardarlo. Por otro lado, la electricidad suele ser más costosa y el tanque debe ser revisado ya que, puede si se estropea, inundar la vivienda.
Por otro lado, el calentador de gas con la caldera de condensación, requiere de un breve espacio de tiempo para calentar el agua y que nos llegue así a la ducha. Su funcionamiento es muy sencillo también, ya que un serpentín de agua se mueve por unos fogones que serán los encargados de calentar el agua, que solo se activará cuando se abre el grifo de agua caliente. Esta, entre sus principales ventajas cuenta con que ofrece una cantidad de agua caliente ilimitada y, además, el gas resulta muy económico. Pero por contra, puede variar de forma inesperada la temperatura del agua, necesitarás un mínimo caudal para que salga caliente y la instalación también requiere revisiones periódicas. Por otro lado, el gas y su combustión requiere mayor precaución porque es potencialmente más peligroso que la electricidad.
En definitiva, tanto la caldera de gas como el termo eléctrico tienen tanto ventajas como inconvenientes, por lo que debemos primar cual nos resulta más adecuado y eficiente para nuestra vivienda y necesidades.
Por otro lado, cuenta con el inconveniente de que tiene poca velocidad a la hora de calentar el agua. De manera que si somos muchos en la familia no podremos hacer uso intensivo de esta porque el agua caliente se agota y requiere un tiempo para volver a calentarse. Además, este ocupa un tamaño considerable y necesitamos un espacio extra para guardarlo. Por otro lado, la electricidad suele ser más costosa y el tanque debe ser revisado ya que, puede si se estropea, inundar la vivienda.
Por otro lado, el calentador de gas con la caldera de condensación, requiere de un breve espacio de tiempo para calentar el agua y que nos llegue así a la ducha. Su funcionamiento es muy sencillo también, ya que un serpentín de agua se mueve por unos fogones que serán los encargados de calentar el agua, que solo se activará cuando se abre el grifo de agua caliente. Esta, entre sus principales ventajas cuenta con que ofrece una cantidad de agua caliente ilimitada y, además, el gas resulta muy económico. Pero por contra, puede variar de forma inesperada la temperatura del agua, necesitarás un mínimo caudal para que salga caliente y la instalación también requiere revisiones periódicas. Por otro lado, el gas y su combustión requiere mayor precaución porque es potencialmente más peligroso que la electricidad.
En definitiva, tanto la caldera de gas como el termo eléctrico tienen tanto ventajas como inconvenientes, por lo que debemos primar cual nos resulta más adecuado y eficiente para nuestra vivienda y necesidades.
