Dureza del agua: qué es y cómo afecta a los termos

 
Dureza del agua: qué es y cómo afecta a los termos
La dureza del agua es la concentración de compuestos minerales que hay en una determinada cantidad de agua.
Concretamente, hace alusión a la concentración de sales de magnesio y calcio y, aunque en menor medida, también a la de hierro, zinc y manganeso.

Cuanta más cantidad de estos compuestos tiene el agua, más “dura” se considera.

Aunque según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la dureza del agua no es perjudicial para la salud, conocer este dato puede ser importante para elegir o ajustar el funcionamiento de algunos electrodomésticos, entre ellos los termos eléctricos.

Clasificación del agua según su dureza

La dureza del agua se expresa como cantidad equivalente de carbonato cálcico en miligramos por litro.

En función de esta medida, el agua se clasifica, según la OMS, en cuatro grupos:

· Aguas blandas: Menos de 50 mg/l de carbonato cálcico.
· Aguas duras intermedias: Entre 50-100 mg/l de carbonato cálcico.
· Aguas duras: Entre 100 y 200 mg/l de carbonato cálcico.
· Aguas muy duras: Más de 200 mg/l de carbonato cálcico.

A su vez, la conocida escala Merck establece una clasificación de la dureza del agua en cinco grupos:

· Muy blandas: entre 0 y 79 mg/l de carbonato cálcico.
· Blandas: entre 80-149 mg/l de carbonato cálcico.
· Semiduras: entre 150-329 mg/l de carbonato cálcico.
· Duras: entre 30-549 mg/l de carbonato cálcico.
· Muy duras: más de 550 mg/l de carbonato cálcico.

¿Cómo nos afecta la dureza del agua?

La OMS ha utilizado como referencia los 500 mg/l para valorar las consecuencias de la dureza del agua en nuestra salud, un valor que, aunque no es nocivo, puede causar cambios en el sabor y uso doméstico de la misma.

Ya desde hace mucho tiempo, la Guía para la Calidad del Agua de 1993 de esta misma organización propuso que, aunque no tiene efectos negativos para la salud, si esta cifra se sitúa por encima de los 200 mg/l, podía provocar la formación de incrustaciones y obstrucciones en sistemas de distribución de agua como circuitos de calefacción, depósitos o termos eléctricos.

Además, las aguas con alta concentración de cal pueden llegar a ser muy corrosivas, estropeando tuberías y reduciendo “la vida” de muchos aparatos de acumulación y eléctricos.

¿Por qué la cal estropea los termos eléctricos?

Las aguas muy duras por exceso de cal pueden ocasionar averías en algunos electrodomésticos como lavadoras, lavavajillas, pero también en aparatos como calderas, calentadores, acumuladores o termos eléctricos.

Estos daños son más frecuentes en algunos de los componentes de estos aparatos, como  por ejemplo las resistencias y las bombas.

En los termos el ánodo de magnesio es el mecanismo de protección del interior de la cuba por el exceso de cal. Esta pieza está compuesta por una varilla recubierta de magnesio que atrae la cal para proteger el depósito de la corrosión, y debe ser revisada o sustituida para garantizar el funcionamiento correcto del aparato.

En las aguas más duras, el ánodo actúa en mayor medida, lo que exige mayor control y mantenimiento.

Además de las averías causadas por la acción de la cal, la dureza del agua se vincula directamente con una peor eficiencia de los termos eléctricos. Un exceso de cal impide la correcta transmisión del calor de la resistencia al agua, por lo que el termo debe trabajar más para alcanzar la misma temperatura, consumiendo hasta un 60% de energía extra.

Elegir un termo eléctrico según la dureza del agua

Al elegir un termo eléctrico debemos tener en cuenta múltiples factores, entre ellos la capacidad del aparato o el lugar donde queramos instalarlo. Otra cosa importante a tener en cuenta es la dureza del agua, que varía en función de la zona geográficadonde nos encontremos.

Según esta dureza, será mejor elegir un tipo de resistencia u otro para nuestros termos eléctricos.

El mapa de la dureza del agua en España es el siguiente:

Provincias y Comunidades Autónomas con aguas blandas

Galicia, las zonas situadas al norte y provincias centrales de la Península Ibérica, especialmente Madrid, Ávila o Segovia, tienen las aguas más blandas,

En los lugares de agua blanda, se recomiendan termos con resistencia blindada. Este tipo de resistencias están en contacto directo con el agua, la transmisión de calor es directa y, por lo tanto, ahorran energía porque la calientan muy rápido.

Sin embargo, precisamente por este mismo motivo, también son más vulnerables al desgaste de la cal, y por eso de desaconsejan en lugares con agua dura.

Provincias y Comunidades Autónomas con aguas duras

Las provincias situadas en el Levante (Alicante, Almería, Barcelona, Murcia, etc.),Ciudad Real, Jaén y Palma de Mallorca tienen aguas más duras.

En las zonas de aguas duras se recomienda instalar termos de resistencia envainada. Este tipo de resistencias no están en contacto directo con el agua, por lo que son más lentas a la hora de transmitir el calor.

Sin embargo, al estar más protegidas de la corrosión, duran más tiempo y  son más fáciles de cambiar que las anteriores.
 
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